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Català

viernes, 28 de octubre de 2011

9. Censura generalizada

   La censura de la correspondencia se aplicaba en ambos bandos de forma generalizada, aunque en el Nacional era más sistemática y organizada. Y una vez terminada la guerra, continuó unos cuantos años más. En buena parte de las imágenes mostradas en este blog se pueden apreciar las estampillas de la censura.

   Tanto durante la guerra como en la posguerra, se usó la tarjeta postal con mayor frecuencia que el sobre. Una de las razones era la escasez de papel, pero otra era el facilitar el trabajo a la censura. Así los censores tenían menos texto que leer y no tenían que abrir sobres. Si se enviaba un sobre, se recomendaba que estuviera abierto para que la censura no tuviera que romperlo. Si los censores tenían que abrirlo, lo cerraban con una tira de papel engomado.



Un soldado republicano que escribe a su mujer desde el frente, bromea
con la censura: “Quiero verte para decirte muchas cosas que no se pueden
decir por carta porque al censor se le iban a poner los dientes largos.”


   Burlar la censura requería ingenio y atrevimiento. En el dibujo siguiente, enviado por un recluso a su familia, dentro de una carta, el autor aprovechó que el censor no entendía el catalán (lengua que por supuesto estaba prohibida en la correspondencia de los presos) para manifestar algo así  “Aquí no pasamos hambre sino muchísima hambre”. La palabra "gana" que en castellano significa "vence", en catalán significa "hambre normal", pero la palabra catalana "fam" significa "hambre terrible" . La palabra “FAM” se forma con la letra F de la camiseta del primer corredor y  con el anzuelo (AM en catalán, aunque se escribe HAM) de la del segundo. El anzuelo puede parecer simplemente una “J”.  Posiblemente se trataba solo de un juego jeroglífico atrevido, quizás un tanteo, pues el hambre no era ningún secreto (no es raro encontrar peticiones de pan en la correspondencia a las familias).










Una forma habitual de eludir la censura era escribir notas en papeles muy pequeños e introducirlas en las costuras de la ropa que se enviaba al exterior (o en el asa de un cesto, o en un cinturón, etc) En este ejemplo, la nota (escrita en catalán) es de un papel finísimo y de 5 cms de ancho.





Otra técnica frecuente era escribir con zumo de limón, que se hacía visible con  calor. En este ejemplo se escribió, desde la cárcel, una postal con tinta visible, pero entre las líneas visibles se escribió con limón. En esas líneas ocultas se habla de “librarse de las manos de estos canallas” “lo peor del mundo”.









   Los combatientes tenían prohibido, en su correspondencia, hablar de las operaciones bélicas. Esta norma se solía respetar en la zona nacional mucho más que en la republicana.

Der: La censura militar, en este caso republicana, tacha el nombre de una población para no dar pistas sobre
los movimientos de tropas.
Izq; Al día siguiente del bombardeo italiano sobre la población de Alcañiz  (hubo más víctimas que en Guernica)
un soldado republicano se lo explica a sus padres.



En la zona nacional se daban pocas excepciones a la norma de no dar información
sobre poblaciones y operaciones.  Un capitán español de los Flechas Negras (una
brigada mixta italo-española) escribe exultante a su madre desde el frente,
avanzando hacia Castellón.






       Esta carta es de un soldado catalán (sindicalista de la CNT) que se incorpora al frente a los 32 años y con hijos. Le mandan a la batalla
       del Ebro y a los pocos días escribe a su hermano intentando explicarle lo que significa en realidad “cruzar el rio”. Pero no sabe que decirle
       ya que “incurriría en falta y la censura no me dejaría transmitirte lo que yo te diría”. A renglón seguido le da una versión de la realidad (se
      supone que dulcificada para que pudiera pasar la censura) en la que dice que cruzar el Ebro significa “pasar calamidades sin fin”  “comer poco
       o nada” y “burlar la muerte a cada segundo”.  En otros párrafos habla de que hay momentos en los que la angustia es tal que se prefiere
       la muerte. Y que “hay cosas que no se deben ni pueden explicar de tan terribles que son”.
  



Ese mismo soldado envía a su madre una carta en la que le dice que “la Guerra es muerte y destrucción, alegrías pasajeras y penas eternas. Creo
que España y con ella todos los que continúen en ella, se habrán dado cuenta de lo que representa esa palabra. Por lo tanto, tan pronto se acabe
seré un firme propagandista de la paz”. A los pocos días muere en una acción personal heroica según explican sus compañeros. Unos días más
tarde su capitán envía una carta a la familia.




 
Algunas personas estaban exentas de censura como podemos ver en la nota manual firmada por el censor,
en el sobre de arriba izquierda (enviado a la esposa del Caudillo). Pero a veces el censor no se daba cuenta de
la limitación y entonces tenía que excusarse, como podemos ver en el de abajo y en el de la derecha (dirigido
desde Francia a Carmencita, la hija de Franco).

Capítulo siguiente (ver índice):  Por el Imperio hacia Dios: Falange y el Nacional-Catolicismo


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