La censura de la correspondencia se aplicaba en ambos bandos de forma generalizada, aunque en el Nacional era más sistemática y organizada. Y una vez terminada la guerra, continuó unos cuantos años más. En buena parte de las imágenes mostradas en este blog se pueden apreciar las estampillas de la censura.
Tanto durante la guerra como en la posguerra, se usó la tarjeta postal con mayor frecuencia que el sobre. Una de las razones era la escasez de papel, pero otra era el facilitar el trabajo a la censura. Así los censores tenían menos texto que leer y no tenían que abrir sobres. Si se enviaba un sobre, se recomendaba que estuviera abierto para que la censura no tuviera que romperlo. Si los censores tenían que abrirlo, lo cerraban con una tira de papel engomado.
Burlar la censura requería ingenio y atrevimiento. En el dibujo siguiente, enviado por un recluso a su familia, dentro de una carta, el autor aprovechó que el censor no entendía el catalán (lengua que por supuesto estaba prohibida en la correspondencia de los presos) para manifestar algo así “Aquí no pasamos hambre sino muchísima hambre”. La palabra "gana" que en castellano significa "vence", en catalán significa "hambre normal", pero la palabra catalana "fam" significa "hambre terrible" . La palabra “FAM” se forma con la letra F de la camiseta del primer corredor y con el anzuelo (AM en catalán, aunque se escribe HAM) de la del segundo. El anzuelo puede parecer simplemente una “J”. Posiblemente se trataba solo de un juego jeroglífico atrevido, quizás un tanteo, pues el hambre no era ningún secreto (no es raro encontrar peticiones de pan en la correspondencia a las familias).
Una forma habitual de eludir la censura era escribir notas en papeles muy pequeños e introducirlas en las costuras de la ropa que se enviaba al exterior (o en el asa de un cesto, o en un cinturón, etc) En este ejemplo, la nota (escrita en catalán) es de un papel finísimo y de 5 cms de ancho.
Otra técnica frecuente era escribir con zumo de limón, que se hacía visible con calor. En este ejemplo se escribió, desde la cárcel, una postal con tinta visible, pero entre las líneas visibles se escribió con limón. En esas líneas ocultas se habla de “librarse de las manos de estos canallas” “lo peor del mundo”.
Los combatientes tenían prohibido, en su correspondencia, hablar de las operaciones bélicas. Esta norma se solía respetar en la zona nacional mucho más que en la republicana.
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